Historia de 1 pantalón.

Estaba ahí, acomodado en una bolsita de Walmart, el triste pantalón de pinzitas. Recordaba sus viejas épocas ochenteras-noventeras, donde él era sinónimo de elegancia. Antes, quien lo portara, era una persona que vestía de modo casual-formal. Tenía estilo. Ahora, solo estaba con otras prendas las cuales iban a regalar. 

Su dueña ya no sabía que hacer con él, porque cuando se lo ponía parecía Tin Tan ó Clavillazo, enfatizaba su cadera de manera extraña, como payaso, y para colmo, la hacía ver señorial y ñoña, como una golfista-nerd-wannabe, si es que existe ese termino. Pobre pantalón pasado de moda. 

Pero bueno, si te consuela, te puedo decir que la moda es cíclica o ¿acaso hubieras imaginado, que los pantalones de tubito, que eran símbolo de ñoñez extrema hasta hace a penas unos años, se pusieran de moda (y DURO)? No lo creo, así que no te pongas triste pantalón de pinzitas, solo es cuestión de que 1 diseñador cool te vea y te meta más onda.

Así queda inaugurada la semana del cuento.